Patricia Fernández Torre, Diplomada Universitaria en Enfermería por la Universidad de Oviedo (Facultad de Gijón). Enfermera Especialista en Geriatría. Ha trabajado en el Servicio de Salud del Principado de Asturias, la mayor parte de su vida laboral la ha desarrollado en el Organismo Autónomo ERA, como enfermera a nivel asistencial y, desde el año 2019, como Coordinadora de Enfermería y Responsable Asistencial en el CPR Mixta. Actualmente, como Responsable Asistencial en el CPR Clara Ferrer de Gijón.


-Este año el día de la enfermería se regirá bajo el lema: “Nuestras enfermeras nuestro futuro” ¿Qué necesita la enfermería para abordar retos de salud global?

En la época actual, el mundo está en un proceso de globalización que nos lleva a continuos e importantes cambios a nivel económico, social, político, cultural y ambiental. Ante este escenario los profesionales de enfermería deben adaptar sus competencias para abordar los problemas de salud de la población y sus nuevas necesidades. Para ello creo que es importante que:

  • · Sean conocedores de los determinantes sociales y ambientales que afectan a la salud de la población que atiende (condiciones económicas, educativas, laborales y sociales, la contaminación, acceso a los servicios de salud, aumento de las desigualdades y de la pobreza, la soledad no deseada…)
  • Se incluya a las enfermeras en la toma de decisiones en políticas de Salud y se incremente el número de enfermeros en puestos de liderazgo.
  • Se mejoren los planes de formación universitaria y postgrado de las enfermeras hacia una formación de calidad y desarrollo profesional, respondiendo a las necesidades reales detectadas en su actividad, teniendo en cuenta la innovación y las nuevas tecnologías.
  • Se favorezca la compatibilidad de la actividad asistencial y la investigación en los cuidados enfermeros.
  • Se proporcione estabilidad laboral y mejoras salariales que mejoren el bienestar de las enfermeras.

-El Consejo Internacional de enfermeras alerta de que: “la mayor amenaza para la salud global es la escasez de fuerza laboral” ¿Comparte esta afirmación?

Totalmente. Creo que es un problema al que no se le ha dado la importancia que tiene.

Las enfermeras somos el principal proveedor de cuidados y una parte imprescindible en la salud global. En los últimos años se ha hecho evidente la falta de enfermeras y que esta situación afecta directamente a los cuidados recibidos por la población en todos los niveles asistenciales.

Esta situación, lejos de mejorar, va a ser más notable debido a que se estima que, en los próximos años, habrá un número aún mayor de jubilaciones entre las profesionales que se encuentran activas en este momento, y que no habrá un recambio generacional que supla a todas estas profesionales. A esto se le añade la fatiga de las enfermeras tras la pandemia de la COVID-19 que ha hecho que muchas de ellas hayan abandonado la profesión.

Creo que la solución está en mejorar la estabilidad y las condiciones laborales de las enfermeras para evitar su fuga y recuperar aquellas que se han ido, así como aumentar las plazas universitarias para el Grado de Enfermería.

-Dentro de su área asistencial y de sus competencias laborales, en qué grado mediría la necesidad de las siguientes acciones. INVERTIR, PROTEGER, RESPETAR, VALORAR.

Situándonos en el ámbito de la Geriatría, es de sobra conocido que se ha conseguido un aumento en la esperanza de vida y que vamos hacia un envejecimiento de la población cada vez más acusado. Pero también que existe un cambio en las demandas de cuidados de las personas mayores.

INVERTIR en la contratación de enfermeras para conseguir alcanzar unos ratios adecuados que permitan una atención de calidad a las personas mayores, consiguiendo, por un lado, potenciar el envejecimiento activo y, por el otro, proporcionar la gran demanda de cuidados a pacientes crónicos, frágiles y grandes dependientes que forman parte de la población geriátrica.

Las enfermeras que trabajan en los centros sociosanitarios son escasas y necesitan que se mejoren sus condiciones de trabajo y se equipare su salario al del resto de enfermeras del Servicio de Salud de la Comunidad, incluso buscando otro tipo de incentivos que hagan que sea interesante trabajar en este ámbito y evitar su fuga a otros niveles asistenciales.

Esta escasez de enfermeras se agudiza en el ámbito sociosanitario privado, donde las condiciones laborales son notablemente peores que en el público, puesto que la actividad se realiza con el fin de obtener beneficios.

Por otro lado, es imprescindible invertir en la modernización y la digitalización de la Administración en este sector, así como mejorar la interoperabilidad entre los diferentes sistemas de salud y servicios sociales, que enlentecen y entorpecen el trabajo diario.

RESPETO. Conseguir que la Administración, las instituciones, el resto de los profesionales y la sociedadrespetena las enfermeras que trabajan en el ámbito sociosanitario, muchas de ellas especialistas en Geriatría, consiguiendo su motivación y satisfacción en su desempeño laboral.

Estos profesionales de Enfermería no sólo proporcionan cuidados integrales a personas mayores con distintas patologías, sino que satisfacen de forma holística las necesidades de esta población, en gran parte, vulnerable y frágil y son parte fundamental del sistema sanitario.

VALORAR el trabajo de las enfermeras en el ámbito de la geriatría y hacerlo visible a la sociedad permitiendo un desarrollo íntegro de nuestras competencias. Es una necesidad urgente conseguir la integración de la atención social y sanitaria que permita una mejor gestión de los recursos enfermeros y aumentar la presencia de enfermeras en puestos de liderazgo y en aquellos lugares donde se decidan políticas de Salud.

PROTEGER la salud física y mental de las enfermeras geriátricas, proporcionando los medios necesarios para desarrollar su actividad y garantizando su seguridad y el respeto de sus derechos laborales (estabilidad laboral, horarios, descansos, salario, vacaciones…)